jueves, 15 de diciembre de 2011

Arte

Siempre hablar de movidas varias no es sano y por eso quería tocar mi gran pasión, lo que me hace soñar de verdad y me da esperanzas para cualquier cosa: el Teatro.
Es importante tener vocación, casi tanto como hacerla realidad, y a mi me ha tocado esa. Son muchos años soñando con vivir de la actuación, y supongo que serán unos cuantos más aún para hacer realidad eso, pero siempre con la esperanza de que se puede conseguir... total, lo único imposible es evitar la muerte.

Venir a la capital fue un paso importante para muchas cosas, para eso también.
Ahora, haciendo mis pinitos en todo lo que puedo, puedo confirmar que vivo para la actuación. Lo puedo confirmar porque por las tardes de lunes y miércoles ahora, mi tiempo se lo llevan las tablas.
Son sólo clases, aprender, pero lo suficiente para que todo lo que se ha venido encima sea más llevadero. Lo suficiente para que tantas y tantas cosas sigan teniendo sentido.

Sí, no vivo de ello y es una vocación complicada para tener oportunidades... pero es lo que me ha tocado. Y cada vez que voy a ver una obra de teatro o yo mismo piso las tablas, puedo asegurar que la felicidad que me invade el cuerpo es difícil de describir.

El arte hay que sentirlo. Hay personas que se ponen a llorar viendo un cuadro en concreto, o con una canción o una película... emocionarse y sentir con algo artístico denota sensibilidad máxima, pero también te enseña a sentirlo. Y yo siento el escenario. Tanto que cuando fui a ver, el día de mi cumpleaños del año 2010, un teatro en el que el protagonista era Javier Cámara (que es el gran motivo por el que yo quiero ser actor), salí de allí con los ojos vidriosos, con la sensación de que yo debería haber estado a su lado y no en el patio de butacas. Por cosas así sé lo que quiero, aunque lo que quiero sea algo complejo, difícil, complicado a más no poder...

Hoy tocaba abrirse un poco. Decir algo diferente, explicar quién soy, qué quiero, a qué aspiro... y hemos empezado por lo más importante: mi vocación.
Porque la vida puede ser maravillosa... y mucho más con unos aplausos.

P.D: Otro día explicaré por qué Javier Cámara.

2 comentarios:

  1. "Lo único imposible es evitar la muerte..."
    Interesante blog ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias :) espero que siga siendo lo suficientemente interesante para que puedas seguir pasándote por él :D

    ResponderEliminar