Esa sensación de caer y caer y seguir cayendo...
Esa sensación de que ya has caido al máximo pero aún así hay más pisos por debajo...
Esa sensación de que mientras más caes, a la vez más la cagas...
Esa sensación de que mientras más la cagas, más caes...
Es la pescadilla que se muerde la cola y son cosas que no se pueden controlar.
Es el tiempo que supuestamente soluciona las cosas.
Mientras tanto va pasando y aquí sigo, con días mejores o días peores, pero en esos días peores uno comete errores graves para él y para otras personas que no lo merecen.
Dicho esto... sigo siendo persona de hablar mucho para solucionar lo posible. Es mucho mejor una conversación larga y distendida intercambiando puntos de vista, que un mal rechazo.
Quizás las cosas no sean como yo las quiero o las espero... pero sí son mejores de lo que podrían ser o estar.
Aún así... queda mucho que pasar por delante y cuando uno toca el más fondo de los fondos... sólo queda subir.
Porque la vida puede ser maravillosa... hasta cuando el suelo está a la altura de tus pies
Subir, subir y subir. Eso es lo que llevo buscando desde siempre. ¿Dónde están esas maravillosas alas? Porque yo... No he sido capaz de encontrarlas...
ResponderEliminar¿Alas? Yo creo que las alas son para los ángeles... los terrícolas tenemos que subir a base de peldaños en esa escalera interminable en algunas ocasiones, y que parece mecánica en otras.
ResponderEliminarNo desesperes.
No desesperar. Que sencillo parece decirlo. Lo complicado llega cuando te lo propones. Y te das cuenta de que tropezar es mucho más fácil de lo que ya antes creías. Además si tropiezas en una escalera, es fácil caer y desandar lo andado hasta entonces...
ResponderEliminarEs fácil decirlo, cierto. Pero no debes pensar que cada tropiezo en una escalera es desandar... es aprender.
ResponderEliminarDe todo se aprende, de los tropiezos más.
Es difícil evitarlos, pero son necesarios. Siempre.