martes, 27 de diciembre de 2011

Adiós 2011

En la entrada anterior quería felicitar la navidad y dejé las intenciones de hacer una lista de lo que ha sido el 2011 y otra de los míticos propósitos para el próximo 2012... La de propósitos no sé si será posible en todo lo extenso que me gustaría ya que creo que cada hora se me pasan por la cabeza nuevos y nuevos y más nuevos propósitos, pero lo que ha sido el 2011 creo que ya puedo ir resumiéndolo, que a día 27 de diciembre, poco más va a deparar creo.

El 2011 ha dado de todo, desde lo mejor de lo mejor hasta lo peor de lo peor. Se ha ido balanceando. Ya se sabe, lo importante no es como empiece si no como acabe y a mi este año me ha tocado empezarlo mejor que nunca y acabarlo peor que siempre.

Comenzando por el principio, como es debido, el 2011 empezó con una gran fiesta y muy merecida. Los meses posteriores continuaron con el final de un rodaje entre amigos que puso la guinda en semana santa, el 21 de abril más concretamente, con el estreno de nuestra esperada película, Y Parecía Fácil, un largometraje realizado entre amigos, sin presupuesto ninguno, con ganas infinitas y que al final resultó ser del agrado del público. Ese largometraje dejó algo muy importante en mi; primero una experiencia única de verse en pantalla grande y después el cariño y la ovación del público que no hizo más que darnos cariño por todos los sitios donde nos veían.
Además mis amigos decidieron darme a mi el papel protagonista, cosa que es aún más de halagar y que posiblemente no les podré devolver nunca.

La vida continuo después de esto y durante estos meses desde abril hasta agosto, hubo dosis de teatro y demás que son cosas que a mi realmente me importan e hicieron de mi vida algo más delicioso.

La culminación a todo esto llegó en agosto. Durante 15 días 3 muchachos, entre los que me incluyo, se marcharon hacia la costa oeste de Estados Unidos. Partieron a conocer Los Ángeles, San Francisco, Las Vegas, San Diego, Tijuana... y todo esto sumando visitas como el parque natural de Yosemite, el desierto de Death Valley, el Grand Canyon o la presa Hoover... 15 días de vivencias, de anécdotas, de disfrutar de algo distinto y que quizás no vuelva a disfrutar nunca.

La vuelta de ese viaje fue el comienzo del cierre de un ciclo de demasiadas cosas. Aparcar el teatro unos meses, ir cuesta abajo laboralmente, sentir la soledad y que se acabe una relación de 2 años fueron golpes severos que hicieron seguir cuesta abajo, más si cabe, el resto del tiempo.

Antes de terminar el año tuve la oportunidad de hacer otro viaje, esta vez mini, a tierras extremeñas con los amigos de siempre. Un viaje que sirvió para mucho debido a que necesitaba demasiado. Soy una persona de sentir a fuego y curar despacio. Y, por lo menos curar, la mejor manera es con los amigos.

Lo cierto es que ahora que termina, estoy dudando de si quiero que se acabe y empezar de 0 como quien dice otro, o desear el final de este 2011 y empezar el 2012... estoy entre los dos extremos, no puedo elegirlo ya que no puedo parar el tiempo, pero es algo que me corroe por dentro.

Los propósitos los dejo para mañana, a ver si dan para tanto.

Porque la vida puede ser maravillosa... de cualquiera de las maneras

lunes, 26 de diciembre de 2011

Navidad

Ya han pasado esos días especialmente familiares, aunque aún queda nochevieja y poner el punto y final al año.
Antes de que termine me gustaría comentar un poco lo que ha sido el 2011 e intentar hacer la típica lista de propósitos de año nuevo.
En estas fechas y desde hace unas semanas, siempre pensando en Navidad y tal, mi mente ha ido recordando poco a poco lo que ha pasado a lo largo del 2011, recordando lo que pasó en las navidades pasadas e intentando imaginar cómo se presentarían estas.
De momento 4 días entre los mios, familiares y amigos, y otros 4 que quedan por delante.
Dicho esto, quería desearos a todos aquellos que os pasais un ratillo por aquí, unas Felices Fiestas y un final de 2011 y comienzo de 2012 todo lo mejor que se pueda.
Sed felices.... porque la vida puede ser maravillosa.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Arte

Siempre hablar de movidas varias no es sano y por eso quería tocar mi gran pasión, lo que me hace soñar de verdad y me da esperanzas para cualquier cosa: el Teatro.
Es importante tener vocación, casi tanto como hacerla realidad, y a mi me ha tocado esa. Son muchos años soñando con vivir de la actuación, y supongo que serán unos cuantos más aún para hacer realidad eso, pero siempre con la esperanza de que se puede conseguir... total, lo único imposible es evitar la muerte.

Venir a la capital fue un paso importante para muchas cosas, para eso también.
Ahora, haciendo mis pinitos en todo lo que puedo, puedo confirmar que vivo para la actuación. Lo puedo confirmar porque por las tardes de lunes y miércoles ahora, mi tiempo se lo llevan las tablas.
Son sólo clases, aprender, pero lo suficiente para que todo lo que se ha venido encima sea más llevadero. Lo suficiente para que tantas y tantas cosas sigan teniendo sentido.

Sí, no vivo de ello y es una vocación complicada para tener oportunidades... pero es lo que me ha tocado. Y cada vez que voy a ver una obra de teatro o yo mismo piso las tablas, puedo asegurar que la felicidad que me invade el cuerpo es difícil de describir.

El arte hay que sentirlo. Hay personas que se ponen a llorar viendo un cuadro en concreto, o con una canción o una película... emocionarse y sentir con algo artístico denota sensibilidad máxima, pero también te enseña a sentirlo. Y yo siento el escenario. Tanto que cuando fui a ver, el día de mi cumpleaños del año 2010, un teatro en el que el protagonista era Javier Cámara (que es el gran motivo por el que yo quiero ser actor), salí de allí con los ojos vidriosos, con la sensación de que yo debería haber estado a su lado y no en el patio de butacas. Por cosas así sé lo que quiero, aunque lo que quiero sea algo complejo, difícil, complicado a más no poder...

Hoy tocaba abrirse un poco. Decir algo diferente, explicar quién soy, qué quiero, a qué aspiro... y hemos empezado por lo más importante: mi vocación.
Porque la vida puede ser maravillosa... y mucho más con unos aplausos.

P.D: Otro día explicaré por qué Javier Cámara.

martes, 13 de diciembre de 2011

Los pequeños momentos de cada uno

Es curioso cómo se ven las cosas dependiendo de la edad, vivencias, lo que hagas en el momento...
Recuerdo cuando tenía 15 años y mis conversaciones eran un 90% chicas. Sin nada más importante que eso. Era algo general en el grupo.
Ahora con 23 la tendencia ha cambiado bastante, hay mucha más variedad; Política... Deporte... Historia... Chicas...
Sin embargo, viendo un programa de Cuarto Milenio pude apreciar algo claro: La importancia de la vida según vas creciendo.

La situación era esta: hablaban sobre la historia de un supuesto niño que murió en 1800 y pico y la gente del pueblo iba en peregrinación a su tumba porque concedía deseos. Este niño era un chaval que curaba y demás cuando estaba vivo y que predecía cosas. Hasta ahí todo correcto.
De todo esto, yo me quedé con las peticiones de las personas que salían, la mayoría mayores aunque salió alguna chica joven. Todas y cada una de esas personas pedían salud. Salud para un ser querido, salud para si mismos, salud para alguien del pueblo... Era la máxima de todos, su gran preocupación.
Daba igual las pérdidas que hubiesen tenido o lo que estuviesen pasando, lo importante es seguir disfrutando de esta vida que da muchos golpes pero sigue mereciendo la pena siempre. Y eso es lo que me dejó lo suficientemente anonadado para que, después de unas mini vacaciones de 6 días, mi cabeza siga dándole vueltas a eso.

Y tantas vueltas han supuesto que quiera plasmarlo aquí, para ver si reacciono. En 23 años he sufrido hostias de muchos tipos, pero por suerte ninguna ha sido de salud o de perder a un ser importante. Quizás entonces sea cuando realmente despierte.
Despertar de este letargo en el que me encuentro por las mismas cosas pero ninguna trascendente si realmente lo supiese ver.
Es imposible evitar dejar de sentir, evitar dejar de añorar, evitar dejar la melancolía con vivencias pasajeras típicas de la edad, que si se tuercen duele, pero que sirven para haberlo disfrutado y haber aprendido de la situación, de los demás, de ti mismo, del tiempo... siempre aprendiendo.

Quiero aprender a disfrutar todo lo que tengo y puedo tener ahora, porque quizás cuando llegue el momento de un mazazo de verdad, será entonces cuando no podré remediar nada.
Porque la vida puede ser maravillosa... pero siempre aprendiendo a valorarla y disfrutarla

viernes, 2 de diciembre de 2011

Diciembre

Comenzamos el mes de la navidad. Un mes de ilusión y todo eso que nos venden y que, de alguna manera, se respira por las calles.
Lo cierto es que a mi personalmente me ilusiona volver a vivir ciertos momentos con la gente que siempre está conmigo, pero lo que más me ilusiona es terminar una racha que lleva unos meses y que, espero, se terminen cuando finalice este 2011 de momentos inolvidables tanto positivos como negativos.
Pero bueno, decir estas cosas a día 2 todavía es adelantar demasiado, ya que queda mucho por delante. Pero siempre hay que llevarlo de la mejor manera que se pueda.
Quizás sea por el ambiente, por las fechas, por la gente... sea por lo que sea, este mes ha comenzado dándome una nostalgia que había "olvidado", y eso me hace volver a subir una cuesta que pensaba había dejado atrás.
No entiendo cómo se miden ahora mismo los momentos maravillosos de los momentos fatales porque no los reconozco, no sé diferenciarlos, y es algo que me preocupa en exceso.
Dicho esto... quiero "inaugurar" la parte musical de este blog dejando un tema a piano, que me encanta, que me transmite demasiado. Puede ser por la sensibilidad que desbordo ahora mismo o porque realmente es buenísimo... sea por lo que fuere, quiero compartirlo.

http://www.youtube.com/watch?v=Uffjii1hXzU&ob=av2n

Gracias por vuestro tiempo y sonreid. Hay que intentarlo.
Porque la vida puede ser maravillosa... hasta cuando no lo es.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Sensaciones

Esas sensaciones que existen y se te avecinan en el momento menos pensado.
En el metro, camino a una fiesta que durará varias horas y en la soledad del camino tanto por un túnel dentro de un vagón hasta los pasos que vas dejando por la calle... te inunda la sensación de estar con mucha gente... pero sin nadie. Solo ante el mundo delante.
No una sensación de soledad de no tener a nadie, si no de estar solo en un momento y un lugar en el que estás acompañado de gente en exceso... complicado de explicar, aún más de vivir.
Dicho esto... mi imaginación ha vuelto a las andadas. Volvemos a crear, genial.
Al salir del metro camino a la calle, había una chica delante mia que también iba sola e imaginé cómo sería su trayecto desde el metro hasta dónde debía ir... quizás un grupo de amigas con el que se presenta una noche de fiesta sin límites empezando por un botellón... quizás llegaba tarde a una cita con su pareja con la que irá a ver la última de crepúsculo en sesión golfa... quizás llega tarde a casa para cuidar de su abuela que está mayor y enferma o incluso puede ser que vaya a un bar en el que tiene una cita a ciegas...
Posibilidades hay muchas, la imaginación puede inventar cosas en exceso, pero esa sensación de que tu mente, en vez de autodestruirse ahora se dedica a crear... es una sensación maravillosa de que uno va mejorando.
Mejorar. Algo que no sólo consiste en sentirte mejor, si no en limpiarte de toda la mierda que te destroza por dentro.
Hay cosas que no se pueden olvidar, cosas que no se pueden omitir, pero sí es necesario mejorar y la mente es la llave de un día a día mejor.
Porque la vida puede ser maravillosa... y más cuando tu mente empieza a funcionar para bien

martes, 22 de noviembre de 2011

Los sinsentidos del sentir

¿Será verdad al final eso de que el tiempo lo cura todo?
Yo creo que no. Y aunque el paso de los días haga que el dolor sea más soportable, la herida se va cerrando exteriormente, pero cuando tocas, te rozas o hasta la miras, duele.
Soy del firme convencimiento que hay ciertas heridas que te llegan hondo y, cuando uno recae en el dolor con el paso del tiempo, vuelven a supurar esas heridas que parecían curadas exteriormente.
Por suerte hay gente que te hace olvidarte de ellas, hasta el punto de dejar de sentirlas temporalmente. Y esto lo digo por experiencia propia actual.
Por eso creo que todo es un sinsentido del sentir. Porque puedes sentirte genial y estar desangrándote, o estar fatal sin ningún tipo de herida ni abierta ni en estado de curación. Limpio.
Dicho esto... hay que seguir peleando. Peleando por lo que va a llegar.
Disfrutando. Disfrutando de lo que tienes.
Y sobretodo, seguir sonriendo. Porque pueden pasar muchas cosas y pueden darte muchos palos, pero siempre hay algo más que provoca que haberse despertado haya merecido la pena... aunque sea con resaca.

Porque la vida puede ser maravillosa... hasta un domingo peleando por tu vida.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El suelo a la altura de los pies

Esa sensación de caer y caer y seguir cayendo...
Esa sensación de que ya has caido al máximo pero aún así hay más pisos por debajo...
Esa sensación de que mientras más caes, a la vez más la cagas...
Esa sensación de que mientras más la cagas, más caes...

Es la pescadilla que se muerde la cola y son cosas que no se pueden controlar.
Es el tiempo que supuestamente soluciona las cosas.

Mientras tanto va pasando y aquí sigo, con días mejores o días peores, pero en esos días peores uno comete errores graves para él y para otras personas que no lo merecen.

Dicho esto... sigo siendo persona de hablar mucho para solucionar lo posible. Es mucho mejor una conversación larga y distendida intercambiando puntos de vista, que un mal rechazo.

Quizás las cosas no sean como yo las quiero o las espero... pero sí son mejores de lo que podrían ser o estar.
Aún así... queda mucho que pasar por delante y cuando uno toca el más fondo de los fondos... sólo queda subir.

Porque la vida puede ser maravillosa... hasta cuando el suelo está a la altura de tus pies

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Noviembre

Este mes de noviembre ha comenzado un martes dando pie a un puente que mucha gente ha aprovechado.
Me imagino a toda la gente preparando sus disfraces para la famosa fiesta de halloween, o a los más tradicionales ultimando las compras de flores para llevar el primero de mes a sus difuntos. ¿Y cómo cambian las cosas verdad? Una fiesta pagana atada por un mismo día con una tradición bastante religiosa.
Curioso ver tal situación. Sin embargo es una buena manera de aprender. Aprender que hay que hacer las cosas de buena fe, de forma sana, que una cosa no eclipsa la otra e incluso te sirve para apreciarla más si cabe.
Debería servirme esta pequeña disputa de celebraciones para aprender que todo tiene su lado bueno y su lado malo, su fiesta de disfraces o su rato de recuerdo por un ser querido que ya no está. Debería servirme para ver lo que he tenido y no lo que he perdido. Pero sobretodo debería servirme para darme cuenta que las cosas no se consiguen al instante, hay que tener paciencia y buenas intenciones y todo llega (halloween es una fiesta muy joven en España, pero lleva celebrándose desde hace ya unos siglos).
Dejando atrás celebraciones... creo seriamente en las segundas oportunidades, pero también creo que siempre hay algo mejor por llegar... ¿qué me llegará a mi? Sea lo que sea espero que llegue pronto.
Mientras tanto intentaré seguir disfrutando cada día un poquito más de lo que Madrid ofrece en estas fechas, de las personas que se merecen todos y cada uno de mis momentos... y en definitiva de este blog y de la gente que me lea y me comente, sólo porque vosotros sois los que me dais ganas de escribir algo que no sea triste... y también de desvariar un poco.
Porque la vida puede ser maravillosa... incluso en el cementerio el día de los difuntos disfrazado de fantasma.

lunes, 31 de octubre de 2011

El comienzo del fin

Es muy complicado empezar algo que pueda ser interesante para alguien, lo suficiente como para malgastar su tiempo en leerlo.
Más complicado es terminar algo que ha marcado un antes y un después en tu vida.
Esas dos cosas se han mezclado y la manera más sencilla para evitar la última es la primera. La primera y lo que conlleva.
Muchas veces he intentado tener un blog y mantenerlo con vida. Tantas como he intentado tener una relación estable y mantenerla.
En ambos casos he fallado. La última hace un mes.
En este caso y en este tiempo, cada paso dado ha sido un error grave y ha supuesto más dolor al que ya había por lo que hay que optar por despejarse lo máximo posible para que el tiempo arregle lo que el ser humano destroza... y por eso existe este blog.
Las mujeres se jactan de decir que los hombres son simples... como me gustaría que esa afirmación fuese realidad.
Dicho esto, espero que escribir sirva para quitar de la cabeza la presión de la situación y sirva para el desahogo... además de que alguien le pueda interesar.
Irán desvarios varios y las situaciones de cada momento. Aunque en el principio no esté pensando en la gente que lo pueda leer, sí está pensado para que esa gente que lo lea vaya formando parte de este desvario... y el blog vaya cambiando el tono hacia la felicidad que da el estar viviendo cada día.
Por que la vida puede ser maravillosa... hasta en estos momentos